No, no me he pasado al lado gloryhunter y me he hecho fan de Chelsea (que de ser así, hubiera sido hace 10 años, no ahora). En esta entrada quiero mostrar mi agradecimiento al club londinense por ese "casi regalo" que nos hizo hace poco más de un año en forma de jugador y de nombre Daniel Sturridge, a quien personalmente puse la frasecita de "He scores when he wants" al poco de empezar la presente temporada, robándoselo a Van Persie. Y es que Daniel se la merece por todas las actuaciones que realiza, a excepción de tan sólo unas pocas, como la semana pasada en Ashburton Grove (para los de la LOGSE: Emirates Stadium), donde falló más que metió.
Durante estas semanas estoy un poco
preocupado. Luis Suárez no encuentra
puerta, a pesar de que lo intenta de forma incansable en cada encuentro,
con jugadas mágicas y lanzamientos uno tras otro.
Con lo visto en los primeros meses de competición, en los que Suárez
era el dueño del gol del Liverpool, todo apunta a que si el uruguayo no
está fino, nuestra perdición está cerca. A pesar de ello, de entre las sombras se ha
alzado Daniel Sturridge, como si de Scottie Pippen se tratara, para salvar aquellos partidos en los que nuestro Michael Jordan no tiene puntería o no se encuentra al 100%. Al igual que "Scooooottie" (como diría Andrés Montes), Sturridge no es quien posee toda la magia, aunque en muchas ocasiones haga destellos, ni es el auténtico líder del equipo. Pero si le dejas un metro para pensar, cuenta con un triple un gol encajado.
Versión moderna de Sturridge en FIFA 07 sin ninguna edición previa |
Tonterías aparte, ya más metido en la vida real, era bastante escéptico ante la llegada de Sturridge durante el mercado invernal de 2013. La pésima gestión de fichajes de verano dio resultado a una auténtica falta de delanteros en el club, teniendo que depender cada domingo de a ver qué se le ocurría de Suárez (y rezando para que no la liara), aunque la llegada del jugador de Birmingham me dejaba bastantes dudas, aun conociendo su potencial en los videojuegos, algo en lo que JAMÁS debemos basarnos a la hora de valorar la llegada de jugadores nuevos. Veía demasiado riesgo al invertir £12 millones por un jugador que claramente era 2ª o 3ª opción en un Chelsea oscuro, eliminado de Champions, lejos de pelear por Premier, con Di Matteo despedido un mes atrás y una afición pidiendo a gritos la marcha de Benítez, su sucesor. Aunque quizá, con tal situación (y con Rafa ayudando en cierta medida en los traspasos) tan terrible no sería intentar pescar algo en Stamford Bridge.
Imagen del momento en que Sturridge descubrió "2 Girls 1 Cup" |
Todos mis temores se desvanecieron rápidamente al observar que Sturridge consiguió ser el primer jugador desde Ray Kennedy en 1974 en marcar 3 goles en sus 3 primeros partidos con el Liverpool... y eso que no jugó ninguno completo. Estaba claro ya por entonces que Daniel era el delantero perfecto en el puzzle de Rodgers y para las aspiraciones del club, y comenzó a formar una excelente dupla con Suárez, conocida en primer lugar como "Stuarez", pasando a llamarse "SAS" en la actualidad. Lamentablemente, no mucho después, en abril, llegó el famoso mordisco de Luis a Ivanovic, suponiendo una sanción de 10 partidos para el charrúa. Sturridge se encontraba sólo, con la obligación de liderar él sólo el ataque de un Liverpool en construcción, lo cual comenzó de forma prometedora. El primer hat-trick de su carrera llegó en mayo ante Fulham y terminó con 11 goles en 16 partidos para el Liverpool en sus primeros 6 meses en Merseyside. Sin embargo, por desgracia, el club no alcanzó el objetivo de clasificar a competición europea alguna y Daniel se lesionó por unos meses nada más empezar el verano.
El comienzo de la siguiente temporada venía marcado por la sanción de Suárez, a quien le quedaban 6 partidos aún, y marcó el verano con sus intenciones de marcharse. Sturridge volvió de su lesión y se echó el equipo encima para conseguir 5 goles en los primeros 4 partidos, incluyendo el gol de la victoria ante Manchester United el mismo día de su cumpleaños. Sus goles llevaron al Liverpool a liderar la Premier League, algo que no sucedía desde enero de 2009. Al igual que Pippen durante la primera retirada de Jordan, Sturridge se echó al equipo a sus espaldas, ejerciendo de líder. Y a pesar de estar de baja durante alrededor de un mes, una vez regresó Suárez, volvió para empatar en Goodison Park ante Everton en los últimos minutos y para seguir formando junto a Luis la mejor delantera de Europa, sin lugar a ninguna duda.
Durante las últimas 4 semanas, Luis Suárez, jugador del mes de diciembre en la Premier League, no ha vuelto a ver puerta desde que lo hizo en el Merseyside Derby que acabó 4-0, sin poder aumentar su cuenta de 23 goles en la temporada. Y es aquí donde entra el verdadero Sturridge, para aguantar al Liverpool en la lucha por Champions con los goles que no consigue su compañero; demostrando junto a Henderson, que ellos dos pueden liderar al club sin problemas cuando Gerrard y Suárez no tengan su día. Ambos fueron los protagonistas del partido de ayer contra Swansea, cada uno con 2 goles. Ya avisé hace una semana que Sturridge quería vengarse del mal partido en FA Cup en campo de Arsenal. El pasado domingo demostró su gran compromiso y su responsabilidad en la derrota llorando sobre el césped del campo Gunner. Y Swansea se convirtió en la víctima de aquello, aunque puso gran resistencia y a punto estuvo de llevarse un punto de Anfield, lo cual evitaron Gerrard, Henderson y el propio Sturridge.
Centrándome en el partido de ayer, he de decir que no lo he visto completo (sólo los últimos 30 minutos), y he tenido que basarme en highlights para valorarlo. Una defensa muy débil casi nos juega una mala pasada, con el peor Skrtel de la temporada y un Johnson en baja forma, tras volver de unas semanas de baja. Como casi siempre, el partido lo decidió el ataque. Y da la casualidad de que tenemos el mejor de Europa, lo que nos permitió sobreponernos a un traicionero Swansea. El único punto negativo del partido, junto a la defensa, lo vi en la estrategia seguida durante los últimos 5-10 minutos. Con un resultado a favor ante un equipo que puso las cosas muy jodidas los anteriores 80 minutos, creo que llegó a ser casi un suicidio arriesgar el resultado al seguir atacando para buscar el 4º gol, y no intentar matar el partido, manteniendo posesión y perdiendo tiempo. Por suerte para nosotros, en esos momentos, el conjunto galés tenía que depender de Ngog, del que ya conocemos su "calidad".
Un delantero no tiene la
obligación de jugar bonito, sino de enchufar un gol en cada ocasión que
tenga. Y Daniel ha logrado justificar con creces su llegada mediante 32 goles y 8 asistencias
en 39 partidos, además de demostrar un compromiso innegable con el club.
Creo que nunca nos cansaremos de darle las gracias a Chelsea por este
gran regalo llamado Daniel Sturridge; para mí, el Scottie Pippen de este Liverpool.